La zampoña
Uno de los instrumentos más
característicos de la música andina es
la zampoña, llamada también flauta del pan, su sonido es inconfundible e inmediatamente
identificable, y rara es la pieza del folklore andino en la que no se
ejecute este aerófono mundialmente conocido.
Descripción
Existen muchos tipos y variedades de zampoñas, pero la base del instrumento en si siempre es la misma: Dos series de tubos, llamadas arka e ira, atados con hilo y cinta decorativa, cada tubo tiene una longitud y un diámetro determinado, de tal forma que al soplar en él, emite una determinada nota musical. Así, el músico debe soplar alternativamente los tubos para elaborar una melodía.
Los tubos están ordenados en función de su longitud, cuanto más largo sea el tubo, más grave es el sonido que emite al soplar sobre él, y viceversa.
El carrizo es el material más usual para confeccionar este tipo de instrumentos, una planta muy abundante cuyos tallos leñosos son tan resistentes que incluso se emplean también para las conducciones de agua. En los últimos tiempos no obstante, han aparecido zampoñas hechas con PVC, cristal y otros materiales sintéticos, aunque los artistas tradicionales siempre preferirán la madera.
Clases de zampoña
Se estima que el origen del instrumento es precolombino, las zampoñas más antiguas que se conocen datan del siglo V de la era cristiana y corresponden a la cultura Wari, en Perú, pero pronto su uso se extendería por toda la cordillera andina, adoptando así distintos nombres:
Siku
El pueblo aymara, que abarcaba el W de Bolivia, N de Chile y Argentina, y Perú, utilizó el siku, llamando sikuri al ejecutante.
Los aymaras desarrollaron bastante las posibilidades que ofrecía el instrumento, y de esa forma alteraron su tamaño para poder interpretar melodías en diferentes octavas. Así aparecieron los chuli, las maltas, las zankas y los toyos, estos últimos de mayor tamaño, y por tanto de sonidos más graves.
Descripción
Existen muchos tipos y variedades de zampoñas, pero la base del instrumento en si siempre es la misma: Dos series de tubos, llamadas arka e ira, atados con hilo y cinta decorativa, cada tubo tiene una longitud y un diámetro determinado, de tal forma que al soplar en él, emite una determinada nota musical. Así, el músico debe soplar alternativamente los tubos para elaborar una melodía.
Los tubos están ordenados en función de su longitud, cuanto más largo sea el tubo, más grave es el sonido que emite al soplar sobre él, y viceversa.
El carrizo es el material más usual para confeccionar este tipo de instrumentos, una planta muy abundante cuyos tallos leñosos son tan resistentes que incluso se emplean también para las conducciones de agua. En los últimos tiempos no obstante, han aparecido zampoñas hechas con PVC, cristal y otros materiales sintéticos, aunque los artistas tradicionales siempre preferirán la madera.
Clases de zampoña
Se estima que el origen del instrumento es precolombino, las zampoñas más antiguas que se conocen datan del siglo V de la era cristiana y corresponden a la cultura Wari, en Perú, pero pronto su uso se extendería por toda la cordillera andina, adoptando así distintos nombres:
Siku
El pueblo aymara, que abarcaba el W de Bolivia, N de Chile y Argentina, y Perú, utilizó el siku, llamando sikuri al ejecutante.
Los aymaras desarrollaron bastante las posibilidades que ofrecía el instrumento, y de esa forma alteraron su tamaño para poder interpretar melodías en diferentes octavas. Así aparecieron los chuli, las maltas, las zankas y los toyos, estos últimos de mayor tamaño, y por tanto de sonidos más graves.
En esta foto podemos ver sikus de diferentes
tamaños, cuanto más grandes son, generan sonidos más graves.
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Antara
Su uso abarca desde el Ecuador hasta las sierras norteñas de Chile y Argentina, incluyendo Perú y Bolivia, incluida en las practicas musicales de diversas etnias como la Aymara, Quechua, Colla, Lican, Antay etc.
Son las zampoñas más rudimentarias, de hecho, están formadas por una única hilera de tubos, lo que limita bastante sus posibilidades.
Las culturas Paracas y Nazca ya las utilizaban hace 2.500 años.
Su uso abarca desde el Ecuador hasta las sierras norteñas de Chile y Argentina, incluyendo Perú y Bolivia, incluida en las practicas musicales de diversas etnias como la Aymara, Quechua, Colla, Lican, Antay etc.
Son las zampoñas más rudimentarias, de hecho, están formadas por una única hilera de tubos, lo que limita bastante sus posibilidades.
Las culturas Paracas y Nazca ya las utilizaban hace 2.500 años.
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